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Foto del escritorCindy Caraballo

SOLO CREE Y VERÁS LA GLORIA DE DIOS.

Actualizado: 8 may 2023

Juan 11:4. Cuando Jesús oyó la noticia, dijo: «La enfermedad de Lázaro no acabará en muerte. Al contrario, sucedió para la gloria de Dios, a fin de que el Hijo de Dios reciba gloria como resultado».


Vivimos por fe, no por vista. 2 Corintios 5:7

¿Cuánto de nosotros hemos pasado por momentos de tribulación, de desesperación o de enfermedad en los que todo parece ir a peor? Pues así también se encontraban María y Marta, hermanas de Lázaro. El libro de Juan 11 nos revela que Lázaro estaba muy enfermo y que estas hermanas le mandaron a decir a Jesús que se diera prisa en venir, ya que su amigo a quien él amaba estaba enfermo. Muchas veces, nosotros estamos pasando por un momento de enfermedad muy difícil y no sabemos qué hacer, y llega un momento de desesperación en el que solo nos queda acudir a Dios. Marta, María y Lázaro eran amigos de Jesús, en su época podríamos decir, que tenían la ventaja de conocer al mejor médico, pero esa amistad no fue suficiente para que Jesús fuera a verles. (Juan 11:5-6). Aunque Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro, se quedó donde estaba dos días más. Me imagino la preocupación que tenían Marta y María, ya le habían mandado a decir a Jesús lo que pasaba, pero no había respuesta alguna de él.


Me imagino a Marta diciendo: ¡Durante dos días no ha habido noticias de Jesús! ¿y ahora que vamos a hacer? En ocasiones, a nosotros nos pasa igual, vamos delante de la presencia de Dios y oramos creyendo que Dios tiene el control de nuestra situación y sanará a nuestro ser querido enfermo. Me imagino que en esos momentos en los que no escuchamos una respuesta de Dios nos ponemos a pensar en como Dios al instante ha sanado a otras personas, y muchas veces, nosotros que tenemos una relación cercana con el maestro no tenemos la misma respuesta.


Sabemos por la biblia que los pensamientos de Dios no son los nuestros, y sabemos que él tiene el control de todo y que nada se le escapa, pero ¿por qué en las situaciones que más lo necesitamos Dios parece distante? ¿Por qué no obtenemos respuesta? Por experiencia te puedo decir, que muchas veces es en ese momento en el que tu fe es probada. Ahí es donde se pone a prueba tu paciencia, y en quien está fundamentada tu esperanza. Cuando nos dan un diagnóstico negativo a muchos se nos cae el mundo encima, ya sea un cáncer, una enfermedad extraña muy difícil de tratar, o una mala noticia, a muchos se nos va la fe. Y que te puedo decir de aquellos que llevan meses, semanas o días orando y no han visto un cambio. Es muy difícil estar en esas situaciones y no perder la esperanza, a veces juzgamos la fe del otro, pero solo cuando experimentamos ese proceso es que podemos entender la posición de la otra persona. No sé que estés esperando, si es una sanidad, una respuesta a un problema o ya sea, una puerta abierta, pero te puedo asegurar que si tienes fe verás la gloria de Dios en tu vida.


Más adelante Jesús llegó a Betania, la aldea donde vivían María y Marta. (Juan 11:17-21). Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro. Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios; y muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su hermano. Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero María se quedó en casa. Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Una vez que Lázaro murió, se acabaron todas las esperanzas. Marta fue a recibir a Jesús y le dijo lo que estaba en su corazón. Muchas veces, nosotros, cuando las cosas no pasan como esperamos, empezamos a cuestionarnos y a quejarnos con Dios. Si tan solo hubieses llegado antes, si tan solo hubieses escuchado mi llamado, si hubieses hecho las cosas como te lo pedí, esto no hubiese pasado. Pero nosotros no entendemos que Dios es soberano. Y empezamos a pensar de manera que ofende a Dios tan solo porque no entendemos sus planes. Los planes de Dios siempre son buenos. (Jeremías 29:11). Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.


Es interesante la conversación que Jesús tiene con Marta, ya que aunque ella estaba desilusionada y triste por la muerte de su hermano, ella le dice a Jesús, ahora estás aquí, ella reconocía que Jesús tenía poder y autoridad para sanar. Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará. Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero. Marta esperaba que Jesús hiciera algo, pero su fe no había visto que Jesús también tenía el poder no solo de sanar, sino también de resucitar. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo. (Juan 11:25-26).


Tal vez, este no sea tu caso, no se te ha muerto ningún familiar, pero puede ser que se haya muerto tu fe, que hayas abandonado tus sueños, o hayas dejado de creer en las promesas y el propósito de Dios para tu vida. Hoy te invito a creer que Jesús hoy puede resucitar todo aquello que se haya muerto en tu vida. Tal vez, hayas dejado que tu amor se enfríe, que tu pasión por Dios se apague, que tu confianza se acabe, pero así como María y Marta, hoy tienes la oportunidad de acercarte a Jesús y creer que él puede hacer un milagro.


Sabemos que Jesús mandó a llamar a María y al igual que Marta, ella estaba muy dolida por la muerte de su hermano, y sabemos que Jesús lloró porque se conmovió al ver a María llorar y a los demás consolándola, es decir, que Jesús no es indiferente a tu dolor. Aquí vemos que Dios no es una persona insensible, sino que se compadece de nosotros. Una vez que María guía a Jesús donde estaba sepultado su hermano Lázaro. (Juan 11:39). Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días. Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? Así como Marta debemos creer para ver la gloria de Dios. Aunque las cosas no salgan a nuestra manera, aunque tengamos muchas expectativas acerca de lo que Dios puede hacer en nuestras vidas, hoy Dios nos recuerda, confía en mí y yo me encargaré de lo demás. Suena muy fácil creer, pero muchas veces nos cuesta creer, porque estamos tan pendiente de lo natural y a lo que nosotros esperamos de Dios, que nunca le preguntamos a Dios ¿Cuál es tu voluntad?, no nos hemos interesado en saber lo que él quiere hacer para glorificarse. A menudo nos quejamos en vez de preguntarle a Dios ¿Qué es lo que quieres enseñarme con ese proceso por el cual estoy atravesando?


Cuando se esté acabando tu fe, recuerda los planes de Dios son más grandes que los míos. Confía en Jesús y en sus planes, porque solo él sabe cuál es la voluntad de Dios para tu vida, Jesús no se preocupó cuando le llegó la noticia de que Lázaro estaba enfermo, más bien esperó dos días más. Dios no tiene moldes, él cada día hace nuevas todas las cosas, si las cosas no pasan como estás esperando es porque Dios quiere enseñarte algo nuevo. No te preocupes si aún no has tenido una respuesta o no has visto una mejoría en las cosas, confía en que Dios tiene planes de paz para tu vida.


Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. (Juan 11:41). ¡Cómo podemos dudar de un Dios que está pendiente de nuestra vida! Si Jesús hubiera hecho las cosas tal y como Marta y María les pedían que hicieran, ellos no habrían presenciado este increíble milagro. No hubieran visto la manifestación del poder de Dios para resucitar de los muertos. Ahora sabemos que ni la muerte puede detener a nuestro Dios. Este milagro no solo afectó a la familia de Lázaro, sino a todas las personas que estaban presente en aquel lugar. (Juan 11:45). Entonces muchos de los judíos que habían venido para acompañar a María, y vieron lo que hizo Jesús, creyeron en él.


¡Gloria a Dios! el plan de Dios estaba más allá de los planes humanos. Aquel día la fe de María y Marta fue elevada, Lázaro volvió a la vida y muchos judíos empezaron a creer. Hoy te reto a creerle a Dios por encima de todo pronóstico y una vez que veas la mano de Dios en tu vida, estoy segura de que podrás fortalecer a otras personas y podrás mostrar lo que Dios te ha enseñado, y estarás siendo usado para mostrar a otros la gloria de Dios.


Para leer el devocional anterior.




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