Bendiciones, el día de hoy quisiera compartirte una palabra que he estado meditando y es acerca del consuelo que encontramos en nuestro Señor Jesús.
Meta: Confiar en que podemos encontrar consuelo y descanso en Dios.
Reflexiona:
El señor nos consuela en nuestros sufrimientos.
2 Corintios 1:3-4. 3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Dios nos consuela para que podamos consolar a otros. Nadie que no ha pasado un momento vulnerable puede enseñar a otro a como pasar esa etapa en su vida. Como hijos de Dios somos probados, somos pasados por pruebas y recibimos el consuelo del Espíritu Santo, para que podamos ser de consuelo y ayuda a otros que también están pasando por un momento difícil. No puedes hablar de lo que tu no conoces, muchas personas predican lo que no viven, pero cuando llega el momento de la prueba se están muriendo, gracias a Dios somos probados para poder ser preparados para toda buena obra .
Todo aquel que ha sido consolado, tiene la capacidad de consolar a otros. La medida de consuelo que has recibido de Dios, es la medida de consuelo que debes dar. Jesús dice al que mucho se le perdona mucho ama, al que poco se le perdona poco ama. Por consecuencia, todos nosotros tenemos la capacidad de consolar, ayudar, dar alivio a todo aquel que necesita.
Jesús al igual que nosotros siendo el hijo de Dios, fue tentado, vivió los mismos procesos y dificultades que nosotros hoy estamos atravesando, y él mismo Jesús necesitó ser consolado, y hoy él está aquí para traer descanso a nuestras almas. Mateo 11: 28-29 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas.
Así que cuando estemos pasando por un momento vulnerable, podemos ir a la palabra y descansar en sus promesas. Hebreos 4:16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
No importa cual sea tu necesidad aquel que se acerca a Dios con confianza, puede estar seguro que Dios se acercará a él. No hay falta alguna que el amor de Dios no pueda perdonar. Si has fallado arrepiéntete vuelve a Dios y recibirás perdón y misericordia.
El señor es nuestra fortaleza
Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. Hoy y siempre podemos estar seguros en que Dios va con nosotros, Dios es amor y nos consuela en los momentos que más lo necesitamos. ¡Damos gracias a Dios, porque él ha prometido sostenernos con su mano poderosa!
Hoy oramos para que el Espíritu Santo, nuestro consolador, nos llene de amor y de gracia para brindar consuelo a todos aquellos que necesiten ser consolados.
Si conoces a una persona que está pasando por un momento tormentoso, un momento vulnerable; demuéstrale el amor de Dios brindando ayuda y palabras consuelo. No importa si es económicamente o emocionalmente, el amor de Dios se perfecciona cuando nos amamos los unos a los otros.. ¡Hoy puedes hacer algo lindo por alguien, y él día que más lo necesites sin esperarlo serás consolado! Porque aquello que siembras, es aquello que cosechas, es una ley divina.
Isaías 49:7 Así dice el Señor, el Redentor y Santo de Israel, al despreciado y aborrecido por las naciones, al siervo de los gobernantes: «Los reyes te verán y se pondrán de pie, los príncipes te verán y se postrarán, por causa del Señor, el Santo de Israel, que es fiel y te ha escogido». Si Dios restauró a su pueblo aun cuando ellos le habían fallado, y los exaltó delante de las demás naciones, Dios puede hacerlo con nosotros también. No hay hombre que entienda el amor de Dios, solo podemos dar gracias al Señor y rendirnos a él.
Si aun no estás convencido del consuelo que Dios nos brinda, medita en estas palabras...
Dios no se olvida de ti.
Isaías 49:15¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. ¡Que hermoso es saber que Dios nunca nos olvida de mi! Podemos ser olvidados aun por nuestros padres, por nuestras parejas, por nuestro amigo más cercano, pero hay una persona que esta pendiente de ti. Y yo soy testigo de esta palabra, Dios nunca me ha olvidado, Dios siempre ha estado a mi lado, aun en los momentos de incertidumbre, aun en los días mas oscuros, he experimentado el consuelo de Dios hacía mi, y hoy puedo testificarte que en Dios encontramos eterno consuelo.
Y esta palabra me recuerda lo que Dijo el rey David: "Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá" Salmos 27:10. Dios no se olvida de cuantas estrellas hay en el cielo, que son una creación mucho menos se olvidará de ti, que eres su hijo, que eres su hija amada. Aunque nosotros nos hayamos apartado de nuestro Padre, él no nos rechaza, nosotros le amamos a él porque él nos amó primero, y estando nosotros en rebeldía, en pecado, él se acercó a nosotros y nos reconcilió con él por medio de la vida de Jesús.
Mateo 5:4 Dice "Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación". El lloro es momentáneo, "El llanto podrá durar toda la noche, pero con la mañana llega la alegría. (Salmos 30:5).
Salmos 23:4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Puedo cruzar por lugares peligrosos y no temer a nada, porque Jehová es mi pastor, el Padre esta a mi lado, y me conduce por el camino correcto y me llena de esperanza.
Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra. 2 Tesalonicenses 2:16-17.
Espero que en este día puedas recibir el consuelo de Dios en tu vida.
Agradece:
¿Por qué estás agradecido?
Estoy agradecida con Dios, porque he sido fortalecida por su amor.
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