Bendiciones, el día de hoy me gustaría iniciar una nueva serie que el Señor ha puesto en mi corazón. En estos devocionales, que he titulado: "Aprendiendo de" Te compartiré las enseñanzas que he aprendido de los hombres y mujeres de la biblia.
En esta ocasión, me gustaría compartirte acerca de una joven llamada María. Su nombre significa "La elegida por Dios" o "La amada de Dios" María es un personaje que me inspira a creerle a Dios. Tal vez, no se encuentre entre las personas más destacadas por su fe, pero esta joven, en un día común recibió un llamado de Dios, y lo más impactante fue su respuesta ante tal llamado, ante tal responsabilidad.
María estaba llena del favor de Dios, fue escogida para un llamado especial. Ante el llamado de Dios, fue obediente, no le importó cambiar sus planes, para obedecer la voluntad de Dios. María es conocida por su valentía, y por su humildad, enfrentó los retos de la vida confiando en la perfecta voluntad de Dios.
Cuando somos escogidos por Dios para una tarea, para una vocación, muchas veces lo rechazamos, y otras veces huimos de él. Porque tenemos una vida planeada, tenemos sueños que queremos cumplir, hay temporadas de la vida que queremos vivir y él llamado de Dios, es se convierte en un obstáculo a nuestro sueño personal.
Pero lo mejor que puede pasarnos en este día es ser llamados por Dios, los sueños se cumplen y una vez, realizados, sentimos que nos falta algo, que aunque hemos logrado todo lo que queríamos, no hemos logrado nada. Y mucha veces, nos sentimos miserables porque sabemos en lo profundo de nuestro ser que estamos fuera de la voluntad de Dios.
Así que hoy yo te invito a orar y a pedirle a Dios que te muestre para que estás hecho, pregúntale: cuál es mi llamado, para qué te soy útil. Muchos, ya saben su llamado y huyen de él, otros, están luchando intentando hacer la voluntad de Dios y hacer su propia voluntad, y otros han tomado la decisión, de entregarse a Dios y decir, como María: —Soy la sierva del Señor. Que se cumpla todo lo que has dicho acerca de mí. Lucas 1:38. (NVI).
Cuando dudamos de la obra de Dios en nuestras vidas pueden acontecer 3 cosas:
1- Podemos ver, pero no podemos disfrutar las bendiciones de Dios.
El ayudante personal del rey respondió al hombre de Dios: —¡No me digas! ¡Aun si el Señor abriera las compuertas del cielo, no podría suceder tal cosa! —Pues lo verás con tus propios ojos —le advirtió Eliseo—, pero no llegarás a comerlo. 2 Reyes 7:2 (NVI). Qué tristeza, ver como los demás disfrutan de las bendiciones, de Dios, y que no tengamos el derecho de recibir nada por causa de nuestra incredulidad. Tenemos que ser muy cuidadosos, porque cuando desafiamos a Dios, cuando declaramos con nuestra boca palabras de duda, recibiremos aquello que declaramos.
2- Podemos ser reprendidos por Dios.
19 Entonces el ángel dijo:—¡Yo soy Gabriel! Estoy en la presencia misma de Dios. ¡Fue él quien me envió a darte esta buena noticia! 20 Pero ahora, como no creíste lo que te dije, te quedarás mudo, sin poder hablar hasta que nazca el niño. Te aseguro que mis palabras se cumplirán a su debido tiempo. Lucas 1:19-20 (NVI). No queramos buscarle la lógica a Dios, pues él sobre pasa todo lo que sabemos y conocemos. Dios hace como él quiere. Dios había escuchado la oración de Zacarías, y mandó un mensajero a llevarle las buenas nuevas, pero la duda hizo que Zacarías perdiera su voz y solo pudo hablar cuando nació el milagro y le puso por nombre Juan. Dios muchas veces tendrá que dejarnos mudos para que aprendamos a no desafiar la palabra de Dios. El ángel Gabriel, le dio una lección a Zacarías, hoy en día nos enseña que debemos aceptar las palabras de Dios con obediencia y humildad.
3. El Señor no podrá hacer nada en nuestra vida.
Mateo 13:58 Y por la falta de fe de ellos, no hizo allí muchos milagros.
Dios no está obligado a trabajar en alguien que no quiere dejar que Dios trabaje en él. Nazaret, era el lugar donde nació Jesús, pero aunque Jesús tenía el poder para sanar, la incredulidad de las personas detenía el milagro. Solo pudo hacer unos pocos milagros, es decir, que el poder de Dios será manifestado en tu vida, desacuerdo a tu fe.
¿Te imaginas que hubiese pasado si María se hubiese negado al llamado de Dios? Su vida sería diferente, y Dios hubiese escogido a otra persona que estuviese dispuesto a decirle que sí al Señor. Y no sería conocida como la conocemos hoy, como una mujer dispuesta y obediente, que sabe enfrentar los retos con la ayuda de Dios.
Jesús dijo en Lucas 17:6. (NVI). Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como una semilla de mostaza —respondió el Señor—, podrían decirle a este árbol sicómoro: “Arráncate de aquí y plántate en el mar” y les obedecería. Si solo tienes un poco de fe, sería suficiente para ver la mano de Dios. Pero como no tienes fe, no puedes ver lo que Dios es capaz de hacer. La fe, agrada a Dios por más pequeña que sea, Dios responderá a nuestra fe.
Si has dejado que la duda llene tu mente, hoy estás a tiempo para recobrar tu confianza en Dios. Ora conmigo: Señor, hoy reconozco que he dudado, perdóname porque sé que he dicho palabras que no son verdad acerca de tu bondad, quiero volver a creer en ti, saca la duda de mi mente y abre mis ojos para que crea en ti. Ayúdame a ser como María y a depositar mis planes a ti.
Te animo en este día a buscar las promesas de Dios en la biblia, y recordar la fidelidad de Dios para contigo.
Muchas, gracias, por estar aquí, nos vemos en un próximo devocional.
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