Ester 4:14 Si te quedas callada en un momento como este, el alivio y la liberación para los judíos surgirán de algún otro lado, pero tú y tus parientes morirán. ¿Quién sabe si no llegaste a ser reina precisamente para un momento como este?».
¡Qué impresionante como Dios puede obrar en la vida de una persona! Ante estas palabras de Mardoqueo a Ester podríamos pensar que son palabras muy difíciles de procesar, pero Mardoqueo solo estaba hablando bajo la dirección de Dios.
Muchas veces, nosotros nos encontramos en lugares, en estaciones de la vida, nos encontramos en situaciones en las que podríamos pensar que son equivocados e inoportunos, pero es en esos momentos en los que Dios te posiciona para traer liberación, restauración y paz para los que te rodean.
Ester fue una joven cuidada bajo la tutela de Mardoqueo. Fue criada bajo el temor de Dios, en una nación que no era la suya, era diferente a los demás jóvenes porque no tenía a sus padres con ella. Sí, era huérfana, pero eso no le impidió cumplir su propósito. Estaba en una nación extranjera, pero eso no le impidió seguir honrando a Dios. Tal vez, no tenía muchos amigos, pero ella sabía que nunca estaba sola. Ester decidió dejar propia vida a un lado, para cumplir con su propósito en Dios; el liberar al pueblo de Dios de sus enemigos.
Así que hoy te animo a no dejar que las circunstancias de la vida, que las adversidades, y los gigantes del pasado, te impidan llegar a tu propósito eterno. Puede que tus inicios hayan sido turbulentos y caóticos, pero si hoy estás aquí, es porque Dios te ha guardado para un momento oportuno. Sí, el mundo va de mal en peor, las crisis, las enfermedades, las guerras, el egoísmo, la falta de amor abunda nuestro tiempo. Pero es justo en este momento en el que Dios ha determinado que vivas, no para unirte al mundo y ser uno más, sino para ser luz en medio de tanta oscuridad, para llevar gozo en medio de tanta tristeza, para traer liberación a almas cautivadas por el temor. No te calles, declara que hay una esperanza, no dejes de ser empático, no dejes de demostrar amor a quien lo necesita, tu propósito se cumplirá siempre y cuando estés direccionando a cumplir la voluntad de Dios. Y este es el tiempo para el cual has sido creado.
Tú eres una respuesta a las oraciones de una persona que está pasando por aflicción, por incertidumbre, por tristeza. Como decía hace unos días, el proceso que hoy estás viviendo es a causa de una persona que necesitará de tu ayuda para salir de esa vida de tristeza, de esos lugares de oscuridad, de esa vida de mentira que los agobia.
Muchas personas al igual que Ester, han sido escogidas por Dios para un momento específico. Muchas veces pensamos: no tengo propósito, no sé que hago aquí en la tierra, pero te puedo asegurar que si hoy estás en la tierra es porque tienes un propósito que cumplir. Y estás siendo preparado para llegar a un lugar y a personas específicas, con el fin de ser respuesta y ayudar a esas personas a enfrentar aquellas cosas que parecen imposibles de vencer.
Puede ser que tu llamado no sea estar en el reinado como Ester, pero sí es darle la mano a aquella persona que más lo necesita, cuando todos lo han abandonado. Has sido llamado a consolar a aquellos que han perdido un familiar a quien amaban mucho. Has sido llamado a vendar a personas enfermas, a liberar a aquellos que están cautivos en vicios y en sus propios pensamientos. Has sido llamado a llevar esperanza y salvación, a aquellos jóvenes, y amigos en tu vecindario que hoy están perdidos. Has sido llamada a levantar a otras mujeres de la depresión, mujeres que han pasado situaciones difíciles con sus familias, mujeres que han sido maltratadas, y rechazadas por el hombre. Has sido llamado a dar amor a esa madre que te ha criado, a ese padre que no ha estado a tu lado, a ese hermano que tanto dolor te ha provocado.
Tu propósito se cumple no cuando estás en los grandes escenarios, sino cuando cumples la voluntad de Dios en tu vida. Tu propósito se cumple cuando haces lo que Dios te mandó a ser.
Hoy procura atender al llamado de Dios. Así como Dios te ha levantado, tú puedes levantar a otros. Este camino no se trata de quien llegue primero, sino de aquel que termina la carrera. Así que procuremos llegar ante Dios no con una carta de recomendación, ni con los títulos más impresionantes que alguien podría tener. Si no, procura presentarte ante Dios, como aquellos siervos que habían multiplicado los talentos que su señor le había dado. Sé fiel en lo poco y Dios te honrará por haber multiplicado lo poco que él te ha entregado.
Para leer el devocional anterior.
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