Bendiciones, el día de hoy quiero compartir con ustedes algunas de las enseñanzas que Dios me ha dado a través de los salmos. El día de hoy hablaremos acerca de la alabanza y adoración y la fidelidad de Dios.
Salmos 138:1-2. 1Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos. 2 Me postraré hacia tu santo templo, Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.
1Te alabaré con todo mi corazón;
Lo primero que descubrimos en este versículo es como el Salmista David alaba a Dios, David derramaba su corazón a Dios, se sinceraba delante de la presencia de Dios, cada vez, que David, cantaba, danzaba, se postraba ante Dios, entregaba todo su corazón. La biblia nos enseña en Colosenses 3:23 que cada cosa que hagamos lo hagamos de todo corazón. Es decir, que hasta para yo adorar a Dios, debo tener la actitud y a intención correcta. Las cosas que hacemos con el corazón demuestran entrega, sacrificio, tiempo y amor.
Ahora yo te pregunto, ¿Cuándo alabas a Dios, lo haces de corazón o lo haces para impresionar? Yo reconozco que muchas veces en mi vida he adorado a Dios sin el corazón. Estoy segura de que muchos de nosotros adoramos a Dios porque alguien nos dice, alaba a Dios, levanta tus manos, canta esta canción, o hacemos lo que vemos a los demás hacer. Pero muchas veces, ni siquiera sabemos lo que hacemos. Es por eso, que la biblia dice que debemos amar a Dios no solo con un corazón sincero, y puro, sino también con tu mente, debes estar consiente de lo que haces y porque lo haces, y también dice con todas tus fuerzas, es decir, que debemos adorar a Dios con buen ánimo, debemos estar fortalecidos y despiertos.
Cuando adoramos a Dios con el alma le entregamos todo lo que somos, nuestras emociones, nuestra voluntad, y nuestro intelecto. El corazón refleja lo que hay dentro de ti. Es por eso, que Dios mira el corazón de las personas, no su apariencia física, porque de adorar muchos lo podemos hacer pero no todos están dispuestos a entregar su corazón y que sea descubierto aquello que solo tu conoces, que esta dentro de ti. Es por eso que cuando adoramos con el corazón vamos con una actitud sincera, porque sabemos que Dios escudriña nuestros corazones.
Delante de los dioses te cantaré salmos.
Esto quiere decir, que David no se avergonzaba de su Dios. David fue honrado por Dios, porque David no se avergonzaba de Dios. Cuando aprendemos a honrar a Dios delante de los hombres, Dios nos honrará. David honraba a Dios delante de una generación pagana y perversa que rendía culto a otros dioses, es algo muy parecido a lo que a día de hoy vivimos. Las personas se entregan a la vanidad de la vida, al mundo y a las cosas del mundo, y no se avergüenzan de nada. Entonces, porque hoy en día solo queremos alabar a Dios dentro de cuatro paredes, porque solo somos cristianos dentro de la iglesia, y fuera de ella somos otras personas totalmente diferentes. Esto me muestra la integridad y la fidelidad de David. Aunque todos a su alrededor adoraban a ídolos, él no ponía sus ojos en aquellos dioses que nada pueden hacer, sino que delante de ellos, él rendía tributo a Dios, él honraba a Dios con su vida.
Todo Israel sabía que David honraba a Dios con todo su corazón, y no solo esto, David era como la chispa que aviva al pueblo, que animaba al pueblo a alabar a Dios. Hay pocas personas que pueden impartirte ese gozo y ese deseo de alabar a Dios. Muchos parecemos que adoramos por obligación o por fingimiento. La adoración que no es voluntaria, no es adoración, es una perdida de tiempo, Dios no recibe nada que no provenga de un corazón sincero. Es decir, que tiene que salir de ti, el deseo y la voluntad de glorificar y alabar a Dios.
2 Me postraré hacia tu santo templo,
David nos invita a adorar a Dios en su casa, pero esto no quiere decir, que no debamos adorar a Dios fuera de ella. Un corazón agradecido adora a Dios en todo momento, y en todo lugar. Yo no tengo que esperar llegar a la iglesia para adorar, más bien, antes de salir hacia el templo me mantengo adorando y en comunión con Dios. Muchos no vemos más de cerca a Dios, porque solo lo adoramos los domingos, pero si tú te mantienes la semana entera buscando, adorando, en intimidad con Dios, te aseguro que ya habrás preparado una atmosfera para que Dios te visite. Porque Dios habita en medio de un pueblo que lo alaba. Y es más, no tendrás que forzar nada, porque todo tu espíritu y tu ser estará conectado con el Padre, y te será más fácil, acceder a su presencia, porque habrás sensibilizado tu espíritu y preparado tu alma para entrar a la presencia de Dios.
Algo que me ha llamado mucho la atención es el significado de la adoración. Muchos creen que adorar es cantar, adorar no es solo un canto, de que te sirve cantar, si en tu corazón habita la ira, habita la rebeldía, no te sirve de nada, un corazón orgulloso jamás moverá a Dios. La rendición es sinónimo de adoración.
¿Qué es adorar? Adorar, es rendirse, es entregarse, es humillarse, es postrarse. Tú adoras cuando te humillas a Dios y te rindes a sus pies, y le dices heme aquí, mi voluntad es tuya. Tú adoras a Dios cuando tú le obedeces, y cumples su voluntad. Tú adoras a Dios cuando mueres a tu orgullo y te rindes, y le dices, Señor, sin ti, nada soy. Y reconoces que él está por encima de todo. Y es que para tocar el corazón de Dios se necesita un corazón sincero. Para que Dios se acerque a ti, hay que humillarse, hay que rendirse. Nadie puede estar cerca de Dios si no tiene un corazón contrito y humillado. Porque como dice Salmos 138:5. Aunque el Señor es grande, se ocupa de los humildes, pero se mantiene distante de los orgullosos. Y esto David lo sabía muy bien. Para ganar el favor de Dios, debemos morir a nuestro Yo. Porque muchas veces, tú ganas cuando te rindes. En cambio, cuando, te engrandeces, pierdes el favor de Dios.
Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.
Además de adorar a Dios porque él es digno de alabanzas. David nos da dos motivos porque adorar a Dios. Si no sabes por qué alabar, alaba a Dios por su misericordia: por su manifestación de amor eterno, y por ella no hemos sido consumidos. No hay nada más hermoso que saber que hay una persona que a pesar de tus errores te ama, y que sin haberle dado nada, apuesta todo por ti. Segundo, alaba Dios por su fidelidad; alabamos a Dios porque estamos convencidos y confiamos en que Dios no nos fallará. El hombre puede olvidar sus palabras y defraudarte, pero Dios no es infiel. Aunque somos infieles, él permanece fiel, porque no puede negarse a sí mismo. Dios siempre cumple lo que él prometió. Porque sus promesas están respaldadas por todo el honor de tu nombre. David depositó su confianza en Dios porque sabía que la palabra de Dios, al contrario que muchas de nuestras palabras, tiene fecha de cumplimiento. Porque Dios no hace nada al azar, Dios al contario que nosotros, es honesto, fiel y verdadero.
Por último, quiero compartirte lo que dice Salmos 138:8.
Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.
Es grandioso como Dios no deja nada incompleto, y David lo sabía muy bien. David estaba confiado en que Dios cumpliría la promesa que Dios le había hecho. Aunque en el proceso no veía la promesa, David sabía qué Dios llevaría a término todo lo que dijo de él. A lo largo del proceso de espera, David sabía que ni las pruebas, ni los gigantes, ni los perseguidores podrían impedir que Dios cumpla su propósito en su vida. Si estás pasando por un momento de duda, recuerda esta palabra: "Dios cumplirá tu propósito en ti" solo camina en su voluntad y confía que lo que él dijo lo hará. En Isaías 55:11. Dios nos dice: lo mismo pasa con mi palabra cuando sale de mis labios: no vuelve a mí sin antes cumplir mis órdenes, sin antes hacer lo que yo quiero.
¡Wao!, qué poderoso es nuestro Dios. Te invito a guardar esta palabra en tu corazón. También quiero invitarte a profundizar en esta poderosa palabra de Salmos 138 y descubrir todo lo que Dios tiene para ti.
Para leer la entrada anterior.
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