Seguimos con nuestra serie de corregir los malos hábitos por los buenos hábitos, hoy aprenderemos a meditar en la palabra de Dios.
Versículo del día:
Salmos 1: 2-3
Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Meta: Meditar en este día en la ley de Dios.
Reflexiona:
La palabra de Dios nos habla claramente acerca de meditar en las leyes de Dios en el libro de Josué 1:9 Dios le dice a Josué nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
La palabra bíblica para meditar significa, literalmente, “murmurar”. Esto no significa que debamos repetir varias palabras sin rumbo fijo una y otra vez, sino que debemos recordarlas y estar conscientes de ellas mientras las decimos en voz alta.
Una de las formas en la que podemos meditar la para es :
Leyendo la biblia en voz alta.
Puedes reflexionar a profundidad en lo que Dios quiere decirte, no en lo que tú quieres leer para tú propia conveniencia.
Puedes memorizar un versículo bíblico que te haya impactado.
Puedes contarle a los demás lo que has aprendido en ese día.
Si medito en las palabras de Dios día y noche, seré como un árbol plantado junto a corrientes de muchas aguas. Eso quiere decir, que estaré nutriendo mi espíritu, mi alma y mi cuerpo con las palabras de Dios. El agua representa la vida, representa el Espíritu Santo.
Es decir, que seré saciado y no desmayaré, sino que el agua que da su Espíritu vivificará mi vida.
Que da su fruto a su tiempo y sus hojas no caen. Estar cerca del río de Dios me hará producir frutos, no unos frutos dañados, ni unos frutos verdes que no se puedan comer, sino que daré fruto en su tiempo, y los demás podrán ver en mí esa fortaleza, esa nutrición que me ha dado la palabra, y voy a ser útil, para dar a los demás de lo que por gracia me ha sido entregado.
Y todo lo que hace prosperará. Es decir, que todas mis acciones serán eficaces, todo lo que realice me saldrá bien, como Dios le dijo a Josué. Pero, para que esto acontezca, primero debo guardar y hacer conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces, harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Ora:
Señor, que tus palabras sean esa lámpara que guía mis pies y sean esa luz para mi camino. Ayúdame a meditar día y noche en tus palabras para que mi camino sea prosperado. Y yo pueda ser como ese árbol que da fruto a su tiempo y próspera en todo cuanto hace.
Agradece.
¿Por qué estás agradecido?
Toma un tiempo para agradecer a Dios por las cosas que ha hecho hoy. Dale, gracias a Dios, por dejar que sus palabras conduzcan tu vida.
Para leer el devocional anterior.
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