Bendiciones, el día de hoy hablaremos de cinco formas en las que podemos darle la gloria de Dios.
Versículo del día:
Romanos 11:36. Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Meta: Te reto a darle la gloria de Dios con estás cinco formas durante 5 días.
Reflexiona.
El objetivo final del universo es mostrar la gloria de Dios. La gloria de Dios es el porqué de la existencia de todo, incluida tu persona. Sin la gloria de Dios no habría nada.
¿Qué es la gloria de Dios? Es Dios mismo. Es la esencia de su naturaleza, el peso de su importancia, el brillo de su esplendor, la demostración de su poder, y la atmósfera de su presencia. ¿Dónde está la gloria de Dios? La gloria de Dios está en todo lo que Dios creó. A través de los años Dios ha revelado su gloria a las personas. En el principio la reveló en el jardín del Edén, luego a Moisés, después en el tabernáculo y el templo, más tarde por medio de Jesús, y ahora lo hace a través de la iglesia.
En el cielo la gloria de Dios alumbra todo. Apocalipsis 21:23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna, porque la gloria de Dios ilumina la ciudad, y el Cordero es su luz. Jesús es la luz del mundo, él ilumina la naturaleza de Dios. Por medio de Jesús, ya no andamos en oscuridad, ya no estamos ciegos acerca de quién es Dios, Jesús, vino a dar a conocer al Padre. Hebreos 1:3 El Hijo irradia la gloria de Dios y expresa el carácter mismo de Dios, y sostiene todo con el gran poder de su palabra.
Por medio de Jesús, podemos conocer la gloria de Dios. Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. La gloria de Dios forma parte de la esencia de Dios, no podemos agregarle nada.
El mandamiento que tenemos es que debemos reconocer su gloria, honrar su gloria, declarar su gloria, alabar su gloria, reflejar su gloria y vivir para su gloria. Dios es digno de recibir alabanza, debemos honrar a Dios, porque él la merece. Él nos creó, nos ama, nos sigue cuidando, está pendiente de nosotros, lo mínimo que podemos hacer es agradecerle con nuestra vida de servicio a él. La biblia dice Apocalipsis 4:11. Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Solo existen dos creaciones que fallaron al darle la gloria de Dios. Los ángeles caídos, y nosotros los humanos. Todo pecado, por naturaleza, implica fallar en darle la gloria a Dios. Pecar es amar cualquier cosa más que a Dios. Negarse a darle la gloria a Dios es una rebeldía vanidosa. Satanás, fue el primero en querer parecerse a Dios, y recibir la gloria. Por eso cuando no le damos gloria a Dios, somos rebeldes y cuando nos queremos robar su gloria nos parecemos a él nos parecemos a Satanás.
Todos nosotros de alguna manera hemos vivido para nuestra propia gloria.
Romanos 3:23. Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios.
¿Cómo puedo darle la gloria a Dios?
Nosotros le damos la gloria a Dios, cuando cumplimos nuestro propósito aquí en la tierra. Juan 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Todos le damos la gloria a Dios cuando cumplimos el propósito por el cual fuimos creados.
Fuimos creados para adorar a Dios.
Hoy hablaremos de 5 formas en las que podemos darle la gloria a Dios.
1. Glorificamos a Dios cuando lo adoramos.
Adoramos a Dios cuando disfrutamos de su compañía. Nuestra adoración debe ser de manera voluntaria, dada desde el amor, la gratitud y el gozo. Cuanto más satisfechos nos sentimos de él, más lo glorificamos.
La adoración va más allá de un canto, de una alabanza o una oración. La adoración es un estilo de vida. Es gozar de Dios, es amar a Dios, es entregarle nuestras vidas para que él la use de acuerdo a sus propósitos. Cuando usamos nuestra vida para la gloria de Dios, todo lo que hacemos se vuelve un acto de adoración.
2. Glorificamos a Dios cuando amamos a los demás.
Una de las cosas que debemos hacer es aprender a amar a los demás y más a la familia de la fe. Dios es amor, y debemos amar como Dios ama sin condiciones, Dios lo entregó todo, muchas veces nos da miedo entregarlo todo porque tememos que los demás no sean recíprocos y correspondan a nuestro amor.
A veces, se nos hace difícil amar a los demás cuando día a día lo único que miramos son sus errores, son sus pecados, pero la biblia dice que debemos mirarnos y examinarnos nosotros primero, antes de hacer juicios contra los demás. Cuando ves a tu prójimo como lo ve Dios, te será más fácil amarlo. Nosotros pecamos, y fuimos destituidos de la gloria de Dios, pero Dios no se fijó solo en tu pecado, te vio como su creación perfecta, como su hijo. Cuando miramos a nuestros hermanos no como un pecador, sino como hijo de Dios. Nos daremos cuenta de que él también merece tu amor, porque cristo también murió por él. Y si Dios lo ha perdonado y lo ha limpiado, quien soy yo para juzgarlo por su pasado.
Dios demostró su amor por la humanidad al mandar a su hijo en lugar de nosotros, para borrar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Entonces, eso quiere decir, que yo, en pequeños, actos y acciones, puedo demostrar el amor de Dios a los demás. Demos por gracia, lo que por gracia hemos recibido. Dios no te pone condiciones para amarte más o amarte menos. Así nosotros no podemos amar en base a condiciones. Si queremos ser verdaderos discípulos, Jesús, nos manda a demostrar nuestro amor por los demás, no solo a decirlo, demostrarlo.
Juan 13:34-35. 34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
3. Glorificamos a Dios cuando nos asemejamos a Dios.
Dios quiere que lleguemos a ser como él. La madurez espiritual consiste en pensar, sentir, y actuar como lo haría Jesús. Cuanto más desarrollemos nuestro carácter conforme al de Cristo, más reflejaremos la gloria de Dios. El día de hoy, comienza a ver y practicar cómo vivió Jesús, como hablaba, como respetaba a sus padres terrenales, como se comportaba, como anhelaba hacer la voluntad del padre, como miraba a los demás, como tenía comunión con el Padre, y empezarás a parecerte a él.
Efesios 5:1-2. Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios.
4. Glorificamos a Dios cuando servimos a los demás con nuestros dones.
Dios te diseñó con dones, talentos, capacidades y aptitudes, no para tus propósitos egoístas, sino para servir a los demás. Cuentas con facultades para el beneficio de otros, así como las otras personas cuentan con aptitudes para tu beneficio.
La biblia dice que de nada sirve tener dones y talentos extraordinarios si en mi vida no hay amor. Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. 1 Corintios 13:1.
Muchos anhelamos ser usados por Dios, pero ¿qué piensas hacer con lo que te dará usarlo para beneficio propio? Si solo quieres los dones para usarlo a tu conveniencia estás equivocado. Porque muy bien dice la biblia que los dones, no son para usarlos de forma egoísta, sino para la edificación de los demás. Lo mismo ocurre con ustedes. Ya que están tan deseosos de tener las capacidades especiales que da el Espíritu, procuren las que fortalecerán a toda la iglesia. 1 Corintios 14:12
Jesús quiere que entre nosotros aprendamos a servirnos, que no haya celos, envidia, ni ningún tipo de desacuerdo. Pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser líder entre ustedes deberá ser sirviente, y el que quiera ser el primero entre ustedes deberá convertirse en esclavo. Pues ni aun el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por mucho. Mateo 20:26-28.
5. Glorificamos a Dios cuando le testificamos a los demás.
Dios no quiere esconder su amor y que sus propósitos sean secretos. Una vez que conocemos la verdad, Dios espera que la anunciemos, que la compartamos con otros. Si has encontrado un tesoro, en vez de quedártelo para ti, debes compartirlo con los demás.
Muchas de nosotros tenemos la osadía de pensar que las buenas noticias de salvación son solo para nosotros, o para personas que encajan en el perfil de salvos, de santos, de justos. Pero la verdad es que las buenas noticias son para todos. Marcos 16:15. Entonces les dijo: Vayan por todo el mundo y prediquen la Buena Noticia a todos. La salvación fue dada por gracia, no se puede comprar, no se puede ganar, Dios la regala para todos. Así que no seamos impedimentos para que los demás se salven. No tenemos el derecho y el poder de decidir quienes han de ser salvos. Las buenas noticias deben ser anunciadas a todos.
Recuerda.
¿Para qué vivirás?
Vivir para la gloria de Dios implica cambios en tus decisiones, en tus planes, en tus prioridades y en tus relaciones, implica cambios en todo lo que haces. A veces, implicará elegir el camino difícil, en vez de lo fácil. Implicará morir a tus deseos y comodidades para hacer lo que Dios desea que hagas. También implicará renunciar a tu voluntad, para hacer la voluntad de Dios. Hasta Jesús tuvo que decidir, si cumplir su propósito o vivir una vida haciendo su voluntad.
¿Por qué estás agradecido?
Padre gracias, por hacernos para tú gloria. Gracias, por revelarnos que todo lo que creaste fue diseñado para tu gloria. Gracias, por tu infinito amor, y bondad hacia nuestras vidas.
Ora:
Padre, hoy te agradecemos y te damos toda la gloria por tu te la mereces y eres digno de ser alabado. Hoy queremos que nos ayudes a vivir para tu gloria, aunque muchas veces esto implique renunciar a nuestra propia voluntad.
Para leer el devocional anterior.
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