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Foto del escritorCindy Caraballo

2.1. LA ADORACIÓN QUE AGRADA A DIOS.

Bendiciones, el día de hoy continuaremos hablando acerca de la adoración que agrada a Dios.

Versículo del día:

Marcos 12:30. "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”

Meta: Adorar a Dios con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas.

Reflexiona.

En el devocional anterior aprendimos que a Dios se le debe adorar en espíritu y en verdad, esto es, adorar a Dios con nuestro espíritu, con un corazón sincero y con entendimiento de a quién adoramos. También aprendimos que hay muchas formas de adorar a Dios, y que todos podemos usar nuestra diversidad para adorar al Padre como a él le agrada. Dios está buscando adoradores genuinos, personas sencillas y verdaderas.

Hoy veremos dos maneras más de como podemos brindarle a Dios una adoración que le agrade:

3. A Dios le agrada la adoración reflexiva.

En la biblia encontramos este mandamiento, ama a Dios con toda tu mente. ¿Te has puesto a pensar qué significa esta palabra? Pues, yo, sí, y la verdad es que he tenido que investigar y profundizar en la palabra para saber a qué se refería Jesús con esta palabra. Y la verdad es que muchos de nosotros amamos a Dios con todo nuestro corazón, y con todas nuestras fuerzas, pero muchos a la hora de adorar tenemos nuestra mente en nuestra casa, o en las cosas que hemos dejado sin acabar. Y cuando no pensamos en lo que hacemos, cuando adoramos, la adoración no tiene validez. Tu mente debe estar presente en lo que haces.

Jesús dijo: y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. Es decir, cuando repites palabras sin ser consciente de ellas, en realidad no te estás comunicando con el Padre Celestial. De esta manera, cuando oramos o cantamos con apatía e indiferencia, no estamos agradando a Dios.

Es mejor adorar con conocimiento de quién es Dios que decir muchas palabras que ni nosotros mismos ni cumplimos, ni entendemos, por eso siempre recuerdo la oración del publicano. Lucas 18: 11-14. El fariseo se puso a orar consigo mismo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como otros hombres —ladrones, malhechores, adúlteros— ni mucho menos como ese recaudador de impuestos. Ayuno dos veces a la semana y doy la décima parte de todo lo que recibo”. En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” »Les digo que este, y no aquél, volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido». Dios se agradó de su oración porque era una oración sincera, sencilla, él reconoció su condición ante Dios, dice la biblia que su oración fue escuchada más rápidamente que la oración del fariseo, ya que, el fariseo no reconoció su condición, sino que tenía un corazón enaltecido.

Cuando adoramos es más fácil ofrecer oraciones rutinarias que esforzarnos y honrar a Dios con palabras y gestos genuinos. Si eres una persona que le cuesta ser genuino al adorar, te animo a leer versiones diferentes de la palabra. Esto te ayudará a enriquecer tus expresiones de adoración. Algo que me ha funcionado es leer el libro de los Salmos, es más, la biblia está llena de cánticos de alabanza y adoración que pueden inspirarnos a adorar a Dios.

La sinceridad y la humildad tienen más valor para Dios que las muchas palabras.

 

«¡Bendito seas por siempre, SEÑOR, Dios de Israel y padre nuestro! SEÑOR, sólo a ti te corresponde, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor y el honor. Porque a ti te pertenece todo lo que existe en el cielo y en la tierra. Tú, SEÑOR, eres el único soberano y tuyo es el reino. 1 Crónicas 29:11.


Otra cosa que es muy útil es ser específico, en tus palabras. Utilicemos palabras sencillas, es más, te animo a hacer una lista de los diferentes nombres de Dios y aprender su significado, así podrás adorar a Dios con entendimiento de a quien adoras y te aseguro que tu adoración será cada vez más diversa. Los nombres de Dios no son arbitrarios; expresan distintos aspectos de su carácter. Por tanto, en cada situación de tu vida sabrás adorar a Dios reconociendo su grandeza y quién es él.

Dios se agrada cuando adoramos por quien es él, cuando conocemos a Dios podemos adorarlo con libertad, te animo a seguir buscando más y más de Dios. El deseo del Padre es que lo conozcan, él entregó su hijo por amor a nosotros y él está buscando adoradores, la sinceridad y la humildad tienen más valor para Dios que las muchas palabras.

4. A Dios le agrada la adoración práctica.


Por lo tanto, amados hermanos, les ruego que entreguen su cuerpo a Dios por todo lo que él ha hecho a favor de ustedes. Que sea un sacrificio vivo y santo, la clase de sacrificio que a él le agrada. Esa es la verdadera forma de adorarlo. Romanos 12:1.


¿Por qué Dios quiere tu cuerpo? Porque sin el cuerpo no podemos hacer nada en este planeta. En la eternidad recibiremos un cuerpo nuevo, mejorado, actualizado, pero mientras estemos sobre la tierra, Dios quiere que le entreguemos lo que tenemos.


Mientras estemos en esta tierra, nuestro espíritu solo puede estar donde esté nuestro cuerpo. Si tu cuerpo no está presente, no estás ahí. Cuando adoramos a Dios, debemos ofrecer nuestro cuerpo como sacrificio vivo.


Cuando adoramos a Dios, debemos ofrecer nuestro cuerpo como sacrificio vivo.

 

A Dios le agradan diferentes tipos de adoración: la gratitud, la alabanza, la humildad, el arrepentimiento, las ofrendas de dinero, la oración, el servicio a los demás y el compartir los recursos con los necesitados.


La verdadera adoración tiene un precio. David lo sabía y dijo: No voy a ofrecer al Señor mi Dios holocaustos que nada me cuesten. La adoración sacrifica nuestro egocentrismo. No podemos adorar para impresionar a los demás y agradarnos a nosotros mismos.


Cuando Jesús dijo: ama a Dios con todas tus fuerzas, quería señalar que la adoración requiere esfuerzo y energía. No es siempre ni lo más conveniente ni lo más cómodo, y en ocasiones la adoración es un acto de la voluntad absoluta: un sacrificio de buena voluntad.

Ofrecemos sacrificio de adoración a Dios cuando lo alabamos, aunque no tengamos ganas, cuando nos levantamos de la cama para adorarle, aunque estemos cansados, y cuando ayudamos a los demás aunque estemos agotados.

Recuerda. Adoramos a Dios porque le amamos, si quieres adorar a Dios y no sabes como empezar te recuerdo que nuestra actitud de gratitud, la alabanza, la humildad... es una forma de adorar a Dios.


¿Por qué estás agradecido?

Gracias, Señor, por revelarme el significado de la verdadera adoración, gracias por tu paz y porque siempre nos enseñas más de ti.

Ora: Padre, te pido que me ayudes a adorarte de la forma que te agrada. Ayúdame a entregar una adoración desde un corazón humilde y sin fingimiento. Amén.



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