Todos hemos comenzado un plan, una meta o una visión, pero muchos no sabemos cómo mantenernos más de tres meses. Es necesario crear una serie de pautas para ejercitar nuestra mente y ser intencionales a la hora de llevar a cabo una meta.
Para crear una disciplina es necesario la repetición, diría de la misma. Se cree que para que una acción se vuelva un hábito es necesario hacerla durante 21 días. Cuando una persona empieza una carrera y no tiene constancia, es posible que se quede a medio camino. La autodisciplina es una habilidad para esforzarse de manera permanente en mantener una conducta y lograr un propósito o un conjunto de propósitos.
No es fácil permanecer, muchas veces tendemos a tener doblez o desánimo. Por eso es necesario ser constante y permanecer firme, si renovamos nuestra mente y nos comprometemos cada día a realizar un hábito lograremos nuestro propósito. Hoy te invito a perseverar en los buenos hábitos en tu mente y en tu corazón. "El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos".
Sustituye los malos hábitos por buenos hábitos.
1. Sí eres una persona que le cuesta hacer las cosas porque no te da el tiempo: levántate temprano. Aprovecha tu día al máximo.
2. Si te cuesta conectarte con Dios porque tienes muchos afanes. Toma un tiempo para hablar a solas con Dios en la mañana o en la noche.
3. Si te cuesta entender la biblia:
3.1. Ora y pídele a Dios que te dé entendimiento para entender lo que él quiere decirme en su palabra.
3.2. Lee un capítulo de la biblia por día y medita en esa palabra.
3.3. Medita en lo que Dios te dice y no intentes sacar de contexto el texto para justificar tus acciones.
3.4. Haz algunas preguntas para entender lo que hayas leído: ¿Cuál es la enseñanza de ese pasaje? ¿Cómo puedo adoptar estas cosas a mi diario vivir? ¿Qué es lo que más me ha llamado la atención?
¿Qué palabras han hablado a mi vida personal?
4. Toma un tiempo para descansar del trabajo, estudios, y comienza a descansar la presencia de Dios. Preséntale tus planes y escucha lo que Dios tiene que decirte.
5. Empieza a proclamar las promesas de Dios.
6. Toma un tiempo para agradecer y adorar a Dios.
¡Atrévete es hora de empezar nuestros buenos hábitos!.